A menudo usado en la limpieza doméstica, el amoníaco se puede usar para limpiar superficies de cristal, quitar manchas en una moqueta o limpiar encimeras. Desafortunadamente, tiene muchos peligros asociados. Por ejemplo, el Folleto de Material de Seguridad producido por la compañía W.D. Service establece que el amoníaco puede causar daños pulmonares y quemaduras en piel y ojos. Mezclarlo correctamente es de gran importancia.
Instrucciones
1. Ponte un par de guantes de plástico o de látex para proteger tu piel de la irritación.
2. Ponte un par de gafas de seguridad para proteger tus ojos de las salpicaduras. También es necesaria una mascarilla para reducir la cantidad de vapores de amoníaco que respiras.
3. Vierte 1 onza de amoníaco en una cubeta por cada 6 onzas de agua. Si sólo quieres limpiar unas pocas ventanas, con 1 onza es bastante. Los trabajos de limpieza más grandes requerirán 5 onzas de amoníaco mezcladas con 30 onzas de agua.
4. Agita los ingredientes para mezclarlos si utilizas una botella rociadora. Remueve si los colocaste en una cubeta.
5. Vacía cualquier resto de solución de amoníaco/agua que quede en el lavabo o en el tubo de drenaje. Vierte inmediatamente agua caliente por el drenaje.
Consejos y advertencias
- Lavar tu ropa después de usar la solución de amoníaco es una buena idea. Si has derramado algo sobre tu ropa, podrías tener una erupción en la piel.
- Nunca mezcles amoníaco con lejía. La unión de los químicos produce un gas peligroso.
- Nunca calientes el amoníaco. Debe guardarse a temperatura ambiente para permanecer estable.
Fuente: ehowenespañol.com
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