La práctica de bricolaje o jardinería puede
reducir el riesgo de un ataque cardiaco o un derrame cerebral y
prolongar la vida hasta en un 30 por ciento en el grupo de edad de más
de 60 años, según revela una investigación publicada en la edición
digital de 'British Journal of Sports Medicine'. Según los autores,
estas actividades rutinarias son tan buenas como el ejercicio.
Fuente: EuropaPress.es
Artículo Original: http://www.europapress.es/salud/noticia-bricolaje-jardineria-reducen-30-riesgo-ictus-20131029091028.html
Estos científicos basan sus resultados en el análisis de casi
4.000 individuos de 60 años en Estocolmo, Suecia, cuya salud
cardiovascular fue seguida durante alrededor de 12,5 años. Al inicio del
estudio, se realizó un chequeo médico a los participantes, con
información sobre el estilo de vida, la dieta, el tabaquismo, el consumo
de alcohol, la actividad física y la forma en que estaban.
A los participantes, se les preguntó la frecuencia con la que
realizaban una gama de actividades de la vida diaria, tales como la
jardinería, el bricolaje, el mantenimiento de coches y recoger moras en
los doce meses anteriores, así como si habían practicado algún ejercicio
formal. Se controló su salud cardiovascular con pruebas de laboratorio y
exámenes físicos para ver las grasas y el azúcar en sangre y el factor
de coagulación de la sangre, cuyos niveles altos están vinculados a un
riesgo elevado de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
Al inicio de la investigación, los que tenían una vida diaria
activa generalmente poseían un perfil mucho más bajo de riesgo de
problemas cardiovasculares, independientemente de la cantidad de
ejercicio regular que practicaban, que aquellos con bajos niveles de
actividad diaria. Este perfil incluye cinturas más pequeñas, menores
niveles de grasas en la sangre potencialmente dañinos y menor glucosa y
niveles de factores de coagulación en los hombres.
Lo mismo puede decirse de los que realizaron ejercicio formal en
grandes cantidades, pero que no tenían una actividad física rutinaria
muy a menudo. Por su parte, quienes hacían ejercicio regularmente y a
menudo eran físicamente activos registraron el perfil de riesgo más bajo
de todos. Durante el periodo de seguimiento de 12,5 años, 476 de los
participantes tuvieron su primer ataque al corazón y 383 murieron por
diversas causas.
El mayor nivel de actividad física diaria se asoció con un 27 por
ciento menos de riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame
cerebral y una reducción del riesgo del 30 por ciento de muerte por
todas las causas, en comparación con el nivel más bajo,
independientemente de la cantidad de ejercicio regular y formal que se
realizara también.
"Nuestros hallazgos son particularmente importantes para los
adultos mayores, ya que las personas de esta edad tienden, en
comparación con otros grupos, a pasar un tiempo relativamente mayor de
su actividad diaria realizando actividades rutinarias porque a menudo
tienen dificultades para lograr la intensidad de los niveles de
ejercicio recomendados", subrayan los autores.
Estos expertos sugieren que las explicaciones biológicas de sus
hallazgos podrían estar en el gasto de energía: las unidades de pasar
mucho tiempo sentado bajan el metabolismo al mínimo, mientras que se
elevan cuando la actividad física aumenta. Las contracciones musculares
también pueden proporcionar algunas pistas, puesto que sentarse no
requiere ningún esfuerzo muscular, alterando la producción normal de
hormonas del músculo esquelético, con potenciales efectos adversos sobre
otros órganos y tejidos del cuerpo.
Fuente: EuropaPress.es
Artículo Original: http://www.europapress.es/salud/noticia-bricolaje-jardineria-reducen-30-riesgo-ictus-20131029091028.html
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