La temporada de baño ya está muy cerca. Nos vamos aproximando al verano y nada nos apetece más que un chapuzón en la piscina, pero para que disfrutes completamente de la época estival es necesario que hagas un buen mantenimiento del agua. Te dejamos por aquí las principales tareas que debes tener en cuenta.
Tratamiento del PH
El nivel de PH de tu piscina debe estar entre 7.4 y 7.6. Si es demasiado bajo puede provocar irritaciones en los ojos y la piel de los bañistas. También puede dañar las paredes debido a un desajuste en el resto de químicos que hayamos utilizado. Si el nivel es demasiado alto puede provocar los mismos efectos perjudiciales y que el cloro pierda su efectividad. La sosa cáustica es uno de los productos más utilizados para regular este problema.
Filtración
Debemos prestar especial atención al filtro, este tiene que estar bien cuidado para que el tratamiento químico que empleemos sea más eficaz. Si el filtro no está limpio, la calidad del agua empeora y necesitarás más productos. Se recomienda cambiar el filtro cada cinco años para mantener una limpieza prolongada y evitar los gérmenes.
Desinfectar el agua
La química que tiene el cloro ayuda a que los gérmenes no aparezcan en tu piscina. Sin embargo, hay varios métodos para lograr una desinfección completa del agua. Algunos métodos son las tabletas de cloro, un aparato de electrólisis salina o el oxígeno activo. Cuando realizamos este paso debemos esperar de 12 a 15 horas hasta que podamos volver a usar la piscina.
Prevenir las algas
En épocas calurosas los hongos y bacterias tienden a proliferar, por ello, te recomendamos que utilices un alguicida para prevenir o eliminar su aparición. Este producto debe combinarse con el cloro para que cumpla su función.
¿Aún te quedan dudas sobre cómo mantener limpia tu piscina este verano? Consulta con nuestro equipo sin compromiso y te ofreceremos las mejores soluciones para que puedas disfrutar de un baño con agua de calidad y sin riesgos.
Tratamiento del PH
El nivel de PH de tu piscina debe estar entre 7.4 y 7.6. Si es demasiado bajo puede provocar irritaciones en los ojos y la piel de los bañistas. También puede dañar las paredes debido a un desajuste en el resto de químicos que hayamos utilizado. Si el nivel es demasiado alto puede provocar los mismos efectos perjudiciales y que el cloro pierda su efectividad. La sosa cáustica es uno de los productos más utilizados para regular este problema.
Filtración
Debemos prestar especial atención al filtro, este tiene que estar bien cuidado para que el tratamiento químico que empleemos sea más eficaz. Si el filtro no está limpio, la calidad del agua empeora y necesitarás más productos. Se recomienda cambiar el filtro cada cinco años para mantener una limpieza prolongada y evitar los gérmenes.
Desinfectar el agua
La química que tiene el cloro ayuda a que los gérmenes no aparezcan en tu piscina. Sin embargo, hay varios métodos para lograr una desinfección completa del agua. Algunos métodos son las tabletas de cloro, un aparato de electrólisis salina o el oxígeno activo. Cuando realizamos este paso debemos esperar de 12 a 15 horas hasta que podamos volver a usar la piscina.
Prevenir las algas
En épocas calurosas los hongos y bacterias tienden a proliferar, por ello, te recomendamos que utilices un alguicida para prevenir o eliminar su aparición. Este producto debe combinarse con el cloro para que cumpla su función.
¿Aún te quedan dudas sobre cómo mantener limpia tu piscina este verano? Consulta con nuestro equipo sin compromiso y te ofreceremos las mejores soluciones para que puedas disfrutar de un baño con agua de calidad y sin riesgos.
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