Dos semanas y media de trabajos ininterrumpidos por parte de los
operarios de la empresa mixta de limpieza Limasa han dado como resultado
la recogida hasta el momento de 386 toneladas de la basura y los restos
vegetales que los arroyos arrastraron hasta las playas tras la tromba
de agua caída el pasado 17 de noviembre sobre la capital malagueña. El
litoral de Málaga va volviendo poco a poco a la normalidad después del
lamentable estado en el que quedó por culpa del histórico caudal con el
que llegaron hasta el mar la mayor parte de los arroyos de la ciudad.
El servicio de limpieza prestado hasta ahora por Limasa ha
logrado apilar y retirar desde el pasado 19 de noviembre aproximadamente
el 65% de los residuos que se habían depositado sobre las playas. Pero
aún queda mucho por hacer según los cálculos de la empresa mixta de
limpieza. Todavía hay amontonados en las playas más de 200 toneladas de
residuos que habrá que retirar del litoral malagueño en las próximas
semanas.
Una vez que termine esta tarea de recogida, fuentes del área de
Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga explicaron ayer que comenzará
"la limpieza minuciosa y el cribado de toda la superficie de las playas"
que se vieron afectadas por la tromba de agua caída en la ciudad hace
tres semanas. Según Limasa, teniendo en cuenta el servicio prestado
hasta la fecha y el servicio que queda por prestar para restaurar las
playas a su normalidad, el coste en jornadas que ha ocasionado el
temporal asciende a 101 de limpieza mediante tractores, 19 con máquinas
solares, 65 de recogida con multibasculante y hasta 124 de trabajos
manuales.
La adecuación de las playas se está retrasando tanto, según
aseguraron las mismas fuentes, porque Limasa priorizó la limpieza del
lodo que se había acumulado en numerosos puntos de la ciudad. En total,
los operarios tuvieron que intervenir en 126 zonas de Málaga donde los
efectos de las inundaciones habían causado más estragos. Ciudad Jardín,
El Limonar, Paseo de Sancha, Teatinos, Puerto de la Torre, el centro y
la avenida de Héroe de Sostoa fueron sólo algunos de los puntos más
afectados por la acumulación de barro.
El arrastre de tan abundante acumulación de cañas en las playas
fue objeto de polémica entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, ya
que el primero acusó a la segunda de no cumplir con sus competencias
sobre la retirada de la vegetación de los arroyos. Sea como fuese,
muchos de ellos llegaron a desbordarse y a provocar importantes daños en
numerosos barrios.
Fuente: MálagaHoy.es
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