La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha eliminado
varias poblaciones de ailanto (Ailanthus altísima), que estaban
poniendo en peligro la conservación de la flora autóctona del Paraje
Natural Torcal de Antequera y del Parque Natural Montes de Málaga.
Las actuaciones para el control de esta especie invasora han
consistido en la aplicación selectiva de herbicida concentrado mediante
inyección en troncos, desbroce o tala de los ejemplares marchitos y
tratamiento foliar de los rebrotes.
Esta actuación, que ha contado con
el apoyo de los agentes de Medio Ambiente y del los técnicos de la
Delegación Territorial de la Consejería en Málaga, ha permitido eliminar
un total de 12 rodales en Montes de Málaga y una superficie de 3.000
metros cuadrados en el Torcal de Antequera.
Este caso de invasión de ailanto ha sido detectado gracias a los
trabajos de campo que realiza la Consejería de Agricultura, Pesca y
Medio Ambiente desde el año 2004 dentro del Programa Andaluz de Control
de Especies Invasoras. La detección y erradicación de especies exóticas
en las fases iniciales permite prevenir la extensión de impactos en
zonas de interés para la conservación, evitar la expansión de la especie
y reducir la inversión asociada a los trabajos de gestión de este tipo
de flora invasora.
El alianto, un árbol de origen asiático que se introdujo como
ornamental en Europa en el siglo XVIII, es una especie invasora que
desplaza a la flora autóctona por su alta tasa de crecimiento, la
liberación de sustancias alelopáticas que inhiben el crecimiento de las
especies nativas y la dispersión de semillas (sámaras) a través del
viento. La presencia de esta especie, con una amplia distribución en
Andalucía y asociada a ambientes alterados, es una de las causas
potenciales de pérdida de biodiversidad en los espacios naturales
protegidos.
La introducción de especies no autóctonas se está convirtiendo en
una práctica cada vez más habitual que se está expandiendo rápidamente
en Andalucía, de manera que la presencia de estas especies invasoras es
ya la segunda causa de la pérdida de biodiversidad, tras la
destrucción de hábitats. El uso de estas especies foráneas se considera
además una de las mayores amenazas para las especies autóctonas,
máxime si alguna de éstas se encuentran en peligro de extinción.
Fuente: Ecoticias.com
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