Cómo elegir el árbol apropiado para el jardín

En fotos históricas y pinturas muchas veces aparecen como una unión inseparable: una casa y un árbol. Un árbol en el jardín de la casa es considerado un símbolo de la fuerza bruta de la vida: da protección y seguridad y al crecer va dominando el terreno. También hoy en día, para muchos propietarios de casas es importante plantar al menos un árbol. Sin embargo, las circunstancias han ido cambiando la cara y la importancia del árbol.

En el pasado, los árboles en el jardín de la casa daban sombra, humedecían el aire y eran una reserva de madera para tiempos de crisis. Alineados, varios árboles marcaban los confines de la propiedad. Los árboles solitarios se convertían en un punto de encuentro para la familia o para el pueblo entero. El árbol clásico del jardín también se plantaba por su significado simbólico: el roble es el símbolo de la firmeza, de la fuerza y de la verdad. El tilo representa el amor matrimonial, la bondad y la hospitalidad.


Actualmente, ni la utilidad ni el significado social o simbólico de los árboles no desempeña ningún papel, o sólo secundario. "Para los propietarios de casas, lo más importante son los aspectos decorativos y prácticos como la altura que puede alcanzar un árbol", dice el arquitecto de jardines Eiko Leitsch. Y eso se debe a que los espacios disponibles son cada vez más pequeños. En un terreno que hoy tendría una superficie de 300 a 500 metros cuadrados, un clásico árbol de jardín dominaría el espacio con sus raíces tanto en la superficie como bajo tierra.

Planear de antemano podas regulares para controlar la altura del árbol no es una buena idea. Requiere mucho trabajo y muchas veces altera el crecimiento natural de la madera. Es mejor buscar de antemano un árbol adecuado. "En los jardines pequeños generalmente sólo hay lugar para un árbol de baja altura o de copa pequeña", dice Leitsch. Durante algún tiempo estaban muy de moda árboles con copa de bola como el arce, la acacia o la catalpa. Aun así, sus copas pueden alcanzar un ancho de cuatro a seis metros, lo que es demasiado para muchos jardines. Lo mismo vale para el moral o el abedul.

"Desde hace algunos años se ven cada vez más árboles con forma de columna", dice Michael Dreisvogt, director técnico del arboreto alemán de Härle. Los serbales y los carpes, los espinos albar y los cerezos japoneses con forma de columna dan una estructura al jardín. Al mismo tiempo, dan poca sombra, por lo que no impiden la entrada de luz en la casa ni tapan los paneles solares. Otras alternativas son árboles para enrejados o árboles con un tronco relativamente alto. Hay una fuerte demanda de árboles frutales de copa pequeña, especialmente manzanos y ciruelos, dice Wolf-Dieter Giesebrecht, propietario de un plantel en el norte de Alemania.

"Los árboles muy ornamentales muchas veces se plantan en el jardín delante de la casa", dice Dreisvogt. "Las especies que llevan frutas más bien se plantan en la parte posterior del jardín". En el norte de Europa, la época ideal para plantar esos árboles en el jardín es el otoño. La tierra aún está relativamente caliente, por lo que rápidamente se forman raíces finas, lo que le permite al árbol crecer bien.

Un árbol que crece lentamente necesita muchos años para que alcance una altura considerable y domine el terreno. Por esto, Giesebrecht recomienda no comprar un arbolito barato. "El diámetro del tronco de un árbol de un metro de alto debería estar entre 12 y 14 centímetros". La corteza no debe estar dañada. El tronco debe estar recto y la copa simétrica.

El hoyo para plantar el árbol debe ser al menos dos veces más ancho y más profundo que el tamaño del cepellón. "Generalmente, la tierra donde se planta por primera vez un árbol está muy comprimida", dice Leitsch. "Si el hoyo donde se planta el árbol no tiene la dimensión necesaria, la tierra compacta aprieta las raíces y el crecimiento del árbol se detiene". La tierra se puede mejorar con compost o con abonos de efecto duradero.

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