No es la primera vez que Madrid sufre las consecuencias de una huelga salvaje de limpieza. En el año 1993, una protesta –en aquella ocasión del servicio de recogida de basuras– dejó la capital convertida en un auténtico vertedero. Duró solo cuatro días,
pero en ellos la ciudad estuvo sumida en el caos. Terminó con la
empresa, FCC, asumiendo un incremento salarial del 5,5 por ciento que
reclamaban los trabajadores y los sindicatos. Ese mismo año, los
barrenderos estuvieron en huelga 32 días. Desde entonces ha habido nuevas amenazas de paro en 2000, 2002, 2004 y 2006, que se abortaron antes de empezar.
Más recientes quedan las imágenes de las huelgas de Jérez de la Frontera, en 2011, y Cádiz en 2012.
Durante 20 días de noviembre de 2011 se mantuvo la huelga de recogida
de basuras de Jerez. Terminó cuando el Gobierno local medió en el
conflicto, obligando a las partes a repartirse los recortes. Granada
también vivió su paro en el sector (12 días el pasado mes de enero), al
igual que Sevilla (11 días en febrero).
Cinco días de paros en la recogida de basuras en julio de 2012 llevaron a los trabajadores de la concesionaria del servicio,
Sufi-Counter, a un paso de iniciar una batalla campal con los vecinos,
muy críticos con el estado de la ciudad. En octubre, hubo otro paro de
seis días para la readmisión de dos despedidos.
Fuente: http://www.abc.es
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