¿Cómo reconocer a un buen socorrista?

En breve llegará el buen tiempo y los primeros baños están a la vuelta de la esquina, por eso hay que tener en cuenta que la figura del socorrista es fundamental tanto en playas como en piscinas. En este sentido, podemos decir que el socorrista no sólo tiene la función de vigilar a los bañistas, sino que también es el responsable de que se cumplan las normas de seguridad en las zonas de baño, así como la comprobación del estado de las instalaciones, control de niveles de cloro y ph del agua.



En buena forma

Otro de los puntos importantes para detectar si un socorrista está capacitado para desempeñar esta labor, es la preparación física, ya que en muchas ocasiones se tienen que enfrentar a situaciones un tanto complicadas. El socorrista debe trabajar a resistencia, velocidad y agilidad y debe entrenarse durante todo el año para mantener la forma física.
Es fundamental que el socorrista esté preparado en todo momento para realizar un rescate. Por eso, cada cierto tiempo deben practicarse las técnicas de salvamento mediante simulaciones promovidas por coordinadores o jefes de empresa.



Un buen socorrista, además debe tener habilidad en todas las técnicas de natación y de buceo, además de tener un buen entrenamiento aeróbico y anaeróbico.
Vocación y responsabilidad

Las cualidades psicológicas de un socorrista son tan importantes como las físicas. La profesión de socorrista es vocacional, ya que muchas veces ponen en riesgo su vida para salvar la de otra persona y exige mucha responsabilidad. Los socorristas están expuestos durante muchas horas al sol y al calor y deben estar atentos en todo momento, con un alto nivel de concentración por lo que pueda pasar. De hecho, en ocasiones la labor del socorrista puede convertirse en una labor monótona y aburrida, ya que se basa en días y días vigilando sin que, afortunadamente, pase nada. 

Sin embargo, en el momento en el que ocurre algún riesgo para un bañista, ya sea en una playa o piscina, deben tomar decisiones en pocos minutos, por lo que un socorrista tiene una alta tolerancia al estrés.
La empatía y el don de gentes son otras cualidades fundamentales de un socorrista, ya que debe transmitir seguridad a todos los bañistas, y no hay mejor manera de hacerlo que con amabilidad, buenas habilidades sociales y empatía.

Por eso en PS del Prado ofrecemos el servicio de socorrismo con el compromiso, la profesionalidad y la máxima calidad. 




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