Recién inaugurada la temporada de verano, y ya conocemos
datos sobre las primeras muertes por ahogamientos en zonas de piscinas y
playas. Cada año se registran más de 100 ahogados en nuestro país y la mayoría
de ellos niños. Por ello es fundamental conocer unas nociones básicas y
recomendaciones a la hora de lanzarse al agua. Desde Ps del Prado estamos
convencidos de la necesidad de conocer las pautas de comportamiento antes de
entrar al agua y sobre todo si se está al cuidado de menores.
A continuación os damos algunas recomendaciones básicas
de seguridad:
Antes de darse
un baño:
Estar muy atentos
a los niños y ancianos, ya que son los más vulnerables y por ello hay que
prestarles mayor atención para evitar riesgos. Los niños no tiene sensación del
peligro y un bebé en el agua puede ahogarse en 30 cm de profundidad.
Evitar lanzarse al agua con brusquedad, ya que hay que aclimatar el cuerpo antes de meterse al
agua. Por ello se recomienda mojarse en la ducha antes del baño (práctica
obligada en piscinas).
Conocer bien la zona donde se va a tomar el baño, es importante para no correr riesgos y así
evitar accidentes en pantanos o con las corrientes si estás en la playa.
Prestar atención
a las zonas resbaladizas como bordillos de piscinas, rocas en ríos,
espigones en las playas. No se debe empujar a nadie al agua o correr cerca del
bordillo, por ello hay que respetar las normas de la piscina.
Evitar bañarse en solitario. En caso de no saber bien nadar, lo recomendable es bañarse acompañado o
quedarse en las zonas donde se haga pie y cercanas al bordillo o a la orilla.
Bañarse en zonas
vigiladas por socorristas y no hacerlo en zonas prohibidas. En la playa hay que atender a las banderas para saber si el
baño es posible (bandera verde: mar en calma; amarilla: precaución; roja:
prohibido el baño).
Mientras se está
en el agua:
Mientras
se permanece en el agua
Salir del agua si hay mareos o escalofríos. Los mareos y cortes de
digestión son frecuentes en las piscinas, ya que el cuerpo reacciona ante un
baño frío repentino después de haber tomado el sol o practicar ejercicio.
No tirarse de cabeza si no se conocen los fondos. Las zambullidas en el agua son la
causa del 6% de las lesiones medulares en España. Asimismo, no
hay que sumergirse en fondos desconocidos, pues se deben tener en cuenta las
corrientes y mareas.
Precaución con las colchonetas, flotadores y manguitos.En playas, ríos y
pantanos se debe tener cautela con las colchonetas y no alejarse de la costa en
ellas.
No dejar solos a los niños cuando estén en el agua. Hay que vigilar con gran
interés a los ancianos, discapacitados, personas con movilidad reducida y a los
niños. Nunca se debe dejar solo a un niño
cuando esté en el agua o cerca de ella.
Vigilar a los niños que practican deportes acuáticos. Se debe prestar una
atención especial a los niños que comienzan a practicar deportes y juegos
relacionados con el agua, como el buceo, el esquí, la vela, el surf o motos,
además de en los parques acuáticos, ya que, a edades muy tempranas, aún no
están capacitados para ciertas actividades. Es de obligado uso un chaleco
salvavidas para los pequeños que no saben nadar, sobre todo si realizan algún
deporte acuático.
Se debe evitar tragar agua. La sal del mar y el agua turbia de pantanos
y acequias pueden incidir en la sensación de ahogamiento.
No dejar que los niños se bañen junto a las rocas. Muchos menores prefieren
bañarse en las áreas cercanas a un espigón, ya que entre las rocas pueden
encontrar cangrejos, pero son zonas que entrañan riesgos.
Conservar la calma en situaciones de peligro. Si ya en el agua se
percibe el peligro, lo más prudente es conservar la calma. Estando relajado y
con aire se puede flotar mientras se pide ayuda.
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