El verano comienza ya su recta
final. Un verano que ha sido bastante
caluroso y el que el aire acondicionado ha sido el protagonista en nuestros
hogares, oficinas, empresas y demás. Es por ello que hay que mantenerlos y
cuidarlos para que vuelvan a tener un funcionamiento óptimo.
Durante sus meses de inactividad
se acumula mucha suciedad y es por ello que estos sistemas necesitan una
limpieza regular, el no hacerlo puede provocar que cuando queramos
beneficiarnos de su uso, no funcione correctamente y debamos contactar con un
técnico para repararlo.
Estas son
algunas de las ventajas de limpiar y poner a punto tu aire acondicionado:
- El aire que expulsará tu aparato será más puro, libre de suciedad y bacterias que son perjudiciales para nuestra
salud.
- Mejorará la eficiencia energética, es decir notarás un ahorro ya que para enfriar lo mismo, gastará menos energía (y tú pagarás menos en la factura).
- Se reducirá la probabilidad de averías y el aparato durará más.
- Evitarás los malos olores al encenderlo.
¿Con
que frecuencia hay que limpiar el aire acondicionado?
Lo ideal es limpiar
tu equipo de aire acondicionado antes y después de su uso. Es decir: al
principio y al final del verano. Pero si tu aire acondicionado cuenta con bomba de calor deberías limpiarlo
también al empezar y terminar el invierno.
Por
supuesto que puedes pagar a alguien para que lo haga. Pero también puedes
ponerte tú mismo. No es complicado y no debería llevarte más de 30
minutos.
¿Cómo
hay que proceder para ponerlo a punto?
·
Limpiar los filtros. Podemos usar una aspiradora o
bien sumergirlos en agua fría en caso de que estén demasiado sucios. Habrá que
dejarlos secar antes de volver a colocarlos.
·
Limpiar el Split interior. Usaremos agua y jabón, y
haremos especial hincapié en las rejillas. Una vez limpias, secaremos la zona
con un trapo limpio.
·
Comprobar la unidad exterior. Verificaremos que las
entradas de aire y el tubo de desagüe no están obstruidas. Limpiaremos con un
cepillo o aire a presión la batería de intercambio.
·
Examinaremos la carga de gas refrigerante y nos
aseguraremos que no existen pérdidas.
Como
recomendación te indicamos que no cambies la temperatura constantemente., mantenlo a unos 25 grados y tápalo cuando acabe el verano.
¡Y usa tu aire de
forma responsable!
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