Desde que hace ahora justo cinco años el escarabajo picudo rojo se instaló en las centenarias palmeras del Parque de Málaga no ha habido forma de acabar con él. Aunque el boom mediático se diluyó hace tiempo, la plaga ha seguido activa en el histórico jardín del corazón de la ciudad hasta el punto de que sigue habiendo ejemplares de ambos laterales del paseo que están sufriendo el ataque mordaz del temido insecto y un debilitamiento añadido debido a la presencia de un hongo.
La copa de 26 ejemplares del Parque ha tenido que ser podada en los últimos días como tratamiento de choque tras detectar que están seriamente afectadas, aunque falta por determinar si es únicamente como consecuencia del picudo rojo o por culpa también del hongo que ha proliferado debido a las altas temperaturas del verano y favorecido por la debilidad del árbol tras la aplicación de los tratamientos fitosanitarios. La preocupación es total hasta que, según explicó ayer el director del área municipal, Javier Gutiérrez del Álamo, se determine las causas con los análisis de laboratorio y las observacionesin situ que se están practicando en los ejemplares afectados.
Sin embargo, algunas de ellas parece que están respondiendo favorablemente a la cura que se está llevando a cabo y que consiste en introducir en el tronco un producto mediante una inyección para que el veneno llegue directamente al escarabajo y a las larvas a través de la savia de la que se alimentan. Esta medida se repetirá periódicamente para atacar al insecto sin tener que llegar a cortar las palmeras, ya que todas tienen más de cien años de antigüedad y un porte que ronda los 16 metros de altura.
El objetivo del Ayuntamiento de la capital es que el picudo no se extienda por las más de cien palmeras canarias y datileras que hay en el Parque, además de las que se encuentran en los alrededores de la Plaza de la Marina, Palacio de la Aduana y el Hospital Noble. Ya el año pasado por estas mismas fechas hubo que tratar otras once palmeras del Parque, todas ellas en el lateral sur, por culpa de la plaga aunque solo una de ellas tuvo que ser cortada. Los intentos del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento por mantener a raya la plaga no han sido lo efectivos que se pretendía para proteger un enclave botánico de incalculable valor. Y eso que desde 2010 tanto los ejemplares de palmeras de las especies canaria y datilera, las favoritas del picudo, del Parque y del resto de la ciudad son tratadas de forma preventiva cada 45 días. En total, unas 5.000 palmeras sobre las que se ejerce un exhaustivo control para frenar un problema de difícil solución.
Donde el picudo rojo intentó aproximarse peligrosamente sin éxito fue en el entorno del jardín botánico de La Concepción. Los técnicos municipales detectaron 67 casos de palmeras afectadas por la plaga en la Avenida de Ciudad Jardín, por lo que los tratamientos fitosanitarios también se intensificaron en los 550 ejemplares de la zona. Dos de ellas tuvieron que ser eliminadas. Pero el principal problema que existe en estos momentos para frenar la plaga del picudo rojo es el elevado número de palmeras privadas que hay y que escapan al control municipal.
Fuente: Malagahoy.es
Artículo original: http://www.malagahoy.es/article/malaga/1606460/picudo/y/hongo/se/ceban/con/parque.html
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